TERAPIAS Y TARIFAS

Terapia individual
Presencial
60€

Terapia Infantil
Presencial
60€

Terapia para Parejas
Presencial
80€
(La actividad sanitaria está exenta de I.V.A)
Terapia individual
La Psicoterapia en adultos, es un proceso entre terapeuta y paciente, donde la persona que acude tiene un papel activo en todo el tratamiento, actuando el terapeuta de guía en la consecución de los objetivos a alcanzar, que se establecen en un primer momento de la intervención.
El sufrimiento o los conflictos que nos pueden hacer plantearnos ir a terapia, son en muchos casos, eventos comunes que se dan en todas las etapas de la vida, y de una forma u otra todos pasamos por ellas. Lo que puede determinar el acudir o no a un profesional es el malestar que me esté generando ese evento concreto, o esa etapa de la vida por la que estoy pasando, que puede afectar a mis principales pilares, como son la familia, los amigos, el trabajo, el deporte, mi autoimagen, etc.
La terapia puede ayudar a las personas a superar los obstáculos para recuperar su bienestar. Las personas en terapia pueden aprender habilidades para manejar situaciones difíciles, tomar decisiones saludables y alcanzar metas. Muchos encuentran que disfrutan el viaje terapéutico de volverse más conscientes de sí mismos. Algunas personas incluso van a terapia para el crecimiento personal.
¿Cuándo acudir a terapia?
Podría ser el momento de buscar tratamiento si un problema te causa angustia o interfiere con tu vida diaria, es decir, observamos cambios en nuestras relaciones, la gente me dice que estoy más irritable, no tengo muchas ganas de salir, mi rutina de alimentación y sueño cambian, noto que me cuesta concentrarme, me siento triste, a veces me duele el pecho y siento que mi corazón va a mil por hora, mi rendimiento laboral o en los estudios no es como antes, mi relación de pareja la noto deteriorada, pienso en desaparecer, grito o me enfado sin motivo aparente, fumo más, pienso que nada tiene sentido, veo el futuro con desesperanza, etc.
Es importante iniciar el tratamiento cuanto antes, y no esperar a que los síntomas se vuelvan más graves o intensos.
Algunas personas pueden evitar ponerse en tratamiento, y hay muchas razones para esto, por ejemplo:
- Preocuparse por el estigma que puede venir con el cuidado de la salud mental.
- Sentimientos de vergüenza al hablar de la intimidad.
- No querer reconocer que algo está mal.
- Miedo a que lo que se dice en terapia no sea confidencial.
- Problemas de dinero.
Todos estos miedos o dificultades se pueden exponer en la primera cita y trabajarlos con el terapeuta, facilitando así el proceso y pudiendo acceder al problema real de la persona que acude a terapia.
¿Qué es la terapia cognitivo conductual?
La terapia cognitivo conductual (TCC) es uno de los tipos de terapia más utilizados y efectivos, ya que sus tratamientos están validados empíricamente. Se realizan estudios donde se comprueba la eficacia, eficiencia y efectividad de los mismos, es decir, lo que se utiliza se ha demostrado que funciona.
Este enfoque ayuda a las personas a ver la conexión entre pensamientos, emociones y comportamientos. Se utilizan una gran variedad de técnicas, que permiten acceder y cambiar los pensamientos negativos, e identificar las conductas que pueden estar favoreciendo el malestar. Usándolas generalmente en conjunto, logramos hallar soluciones y formas de afrontar los problemas más adecuadas.
¿Qué papel tiene el psicólogo en terapia?
El psicólogo es un profesional del ámbito de la salud, que reestablece el bienestar en las personas, tanto psicológico como físico.
Nuestro trabajo lo realizamos en las horas de terapia con el paciente, pero también en horas de trabajo fuera de las citas, donde se trabaja con los datos registrados y se preparan las sesiones posteriores, con el material que se va a utilizar, además de los registros y tareas que realiza el paciente y hay que revisar.
El papel fundamental del psicólogo es actuar de guía en el proceso de recuperación del paciente. La visión objetiva que tenemos sobre el problema que se nos presenta hace más fácil la aplicación de técnicas concretas de tratamiento, adecuándolas a cada paciente de forma individual.
¿Y el paciente, que actitud tiene en terapia?
Dentro de la corriente cognitivo conductual, el paciente tiene un papel activo en todo el proceso, tanto en las citas donde expone el problema como en las sesiones de tratamiento, donde se trabajan las técnicas in situ, para luego ponerlas en marcha en el problema real. Por ello es fundamental la actitud del paciente ante su tratamiento, pudiendo informar al terapeuta si esto cambia, ya que se puede solventar y no interrumpir la terapia.
¿En qué consiste la terapia individual?
La primera fase de la intervención es la evaluación, siendo dos o tres sesiones, donde el terapeuta recopila la información sobre el problema a través de preguntas, por lo que suele ser el paciente quien más converse en estas citas.
La persona en terapia también puede usar su primera sesión para decidir si el estilo del terapeuta es adecuado para sus necesidades. Encontrar un terapeuta con el que se sienta cómodo es vital para un tratamiento exitoso. Es importante hablar todas las dudas que te suscite, tanto el tipo de terapia que se utilizará, los objetivos del tratamiento, la duración de la sesión y cuántas sesiones se necesitan.
En general, los objetivos de tratamiento se establecen después de las sesiones de evaluación, donde el psicólogo devuelve al paciente la información registrada dándole un sentido, explicándole el origen y mantenimiento del problema. En este momento el paciente puede mostrar sus inquietudes o miedos hacia el mismo, para poder enfrentarlos antes de iniciar el tratamiento psicológico.
La duración de las sesiones suele ser de una hora, con una frecuencia inicial de una vez por semana, espaciándose a 15 días conforme vaya mejorando la persona. El periodo de intervención psicológica suele durar de 3 a 6 meses, pero dependiendo del caso, se puede alargar más o menos en el tiempo.
Cuando iniciamos el proceso de tratamiento, las sesiones se suelen dividir en: momento inicial, donde el paciente realiza un breve resumen de las dificultades que ha tenido a lo largo de la semana respecto al problema que se trabaja en sesión y repaso de tareas; la segunda parte iría orientada a la intervención como tal de las situaciones problema; y una tercera parte donde se explica al paciente las tareas para casa. Esto se puede ver modificado por diferentes factores, como son abordar situaciones más urgentes que traen el paciente ese día a sesión, olvido de tareas, dificultad para realizarlas, etc.
Terapia Infantil
¿Qué es la terapia psicológica infantil?
Muchos niños y adolescentes tienen problemas que afectan a cómo se sienten, piensan, actúan o aprenden. La terapia psicológica es un tipo de tratamiento para estos problemas. Es una forma de obtener ayuda para su hijo.
En terapia, los niños hablan y aprenden cómo resolver sus problemas. Ir al psicólogo les ayuda a enfrentar la vida mejor, comunicarse de forma más eficaz y hacer las cosas de forma que no tengan consecuencias negativas.
¿Con qué problemas ayudan los psicólogos?
Los terapeutas estamos capacitados para ayudar con todo tipo de problemas. Por ejemplo, ayudamos a los niños y adolescentes a atravesar momentos difíciles como:
- Problemas familiares.
- Ansiedad ante la separación temporal de los padres.
- Problemas de rendimiento escolar.
- Problemas sociales, acoso.
- Problemas de salud.
- Dificultades en la alimentación o en el sueño.
- Problemas de conducta.
- Tristeza y baja autoestima.
- Dificultades en el control de esfínteres.
- Ira y agresividad.
- Consumo de sustancias.
¿Cuándo necesitan los niños y adolescentes tratamiento psicológico?
Los niños y adolescentes necesitan terapia cuando tienen problemas que no pueden manejar solos o los adultos no podemos ayudarles. Si las cosas no mejoran solas, los niños pueden necesitar terapia para que su estado emocional mejore.
¿En qué consiste el tratamiento psicológico infantil?
En el tratamiento psicológico infantil, los niños aprenden haciendo. Con los niños más pequeños, esto significa trabajar generalmente con los padres, dibujar y jugar. Para los niños mayores y adolescentes, los terapeutas realizamos actividades que se centran en aprender las habilidades que necesitan. En la terapia infantil, se ayuda al menor a creer en sí mismo y encontrar sus puntos fuertes. En tratamiento psicológico construye patrones de pensamiento útiles y hábitos de comportamiento saludables.
La primera sesión se realizará con los padres del menor, pues darán la información por la acuden a consulta. Las siguientes sesiones se harán con el niño solo o junto a sus padres, en función de la edad y la problemática del menor. El tratamiento se enfocará de manera individualizada, ya que cada niño y sus circunstancias son únicos, y generalmente se trabajará en conjunto con los padres, actuando de co-terapeutas e implementando el tratamiento en casa o donde se den las conductas problema.
¿Qué sucede en la terapia psicológica infantil?
Las estrategias que utilizamos los psicólogos para trabajar con los niños y adolescentes son las siguientes:
- Hablar es una forma saludable de expresar sentimientos. Cuando los niños ponen sentimientos en palabras en lugar de acciones, pueden actuar de la mejor manera. Cuando alguien escucha y sabe cómo se sienten, los niños están más dispuestos para aprender.
- Hacer actividades.Los psicólogos usamos actividades para enseñar sobre sentimientos y habilidades de afrontamiento. Podemos hacer que los niños dibujen o jueguen como una forma de aprender. Enseñamos la atención plena y la respiración calmada como una forma de reducir el estrés.
- Practicar nuevas habilidades.Los terapeutas ayudamos a los niños a practicar lo que aprenden. Podemos jugar a juegos donde los niños necesitan esperar su turno, usar el autocontrol, ser pacientes, seguir instrucciones, escuchar, compartir, intentarlo de nuevo o lidiar con perder.
- Resolver problemas.Con niños mayores y adolescentes, los terapeutas preguntamos cómo los problemas les afectan en casa, en la escuela y hablamos con ellos sobre cómo resolver estos problemas. Dotarles de mejores estrategias de afrontamiento suele ser uno de los objetivos que tenemos con ellos.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento psicológico infantil?
La duración de la terapia depende de los objetivos que se planteen al inicio de la intervención, en función del problema que presente el menor. Hay otros factores que pueden interferir en la duración del tratamiento, como la asiduidad a las sesiones, el compromiso con el cumplimiento de los objetivos y tareas semanales, el vínculo con el terapeuta, etc.
La frecuencia generalmente será de una cita semanal de una hora, distanciándolas cada 15 días cuando se aprecie mejoría, siempre en función del caso y las necesidades del niño y la familia.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Los padres pueden intervenir a lo largo del proceso para ayudar a su hijo a aprovechar al máximo la terapia. Éstos son algunos de los comportamientos que favorecerán el curso óptimo del tratamiento:
- Encuentre un terapeuta con el que usted y su hijo se sientan cómodos. Es muy importante el vínculo entre psicólogo y paciente, y más cuando hablamos de un menor y de sus padres. Por ello es fundamental, que ambas partes se sientan cómodas con el profesional con el que van a trabajar en el proceso de mejora de su hijo.
- Lleve a su hijo a todas las citas.El cambio lleva tiempo. En ocasiones no damos suficiente valor a la intervención psicológica, o se cruzan situaciones o eventos que interfieren en el proceso, ya sea por pereza o dificultades a la hora de implantar las técnicas recomendadas. Cualquier dificultad que pueda estar interfiriendo en el correcto avance de la terapia se puede trabajar con el psicólogo.
- Reúnete con el terapeuta de tu hijo.Siempre que sea necesario los padres pueden tener citas con el psicólogo para consultar cualquier duda que suscite la terapia o nuevos problemas que hayan podido aparecer. La confianza entre padres y terapeuta es fundamental para la mejoría del menor.
- Pase tiempo con su hijo.Jugar, cocinar, leer o reír juntos. Haga esto todos los días, aunque solo sea por unos minutos.
- Actuar con paciencia y calidez.Usar palabras amables, incluso cuando necesite corregir a su hijo. Muestre amor. Elogie cuando a su hijo le va bien o se esfuerza mucho. Todos estos actos son fundamentales para mejorar el vínculo con el menor y reforzarle a lo largo del proceso terapéutico.
Terapia para Parejas
Las relaciones de pareja requieren trabajo constante y tienen que afrontar ineludiblemente pequeños y grandes desafíos. Los factores estresantes cotidianos pueden provocar una crisis en la relación íntima, y las principales fuentes de estrés pueden amenazar la estabilidad de la relación. Mientras cada miembro de la pareja esté dispuesto a abordar el problema en cuestión y participar en el desarrollo de una solución, la mayoría de los problemas de relación son manejables, pero cuando los conflictos no se resuelven, aumenta la tensión, se desarrollan malos hábitos, y la salud y la longevidad de la relación están en juego.
El impacto del estrés y la tensión en las relaciones
La tensión y el estrés pueden aparecer en una relación cuando las circunstancias estresantes afectan a la pareja en su totalidad, o incluso a uno solo de sus miembros. Las enfermedades crónicas de una persona, por ejemplo, pueden afectar el bienestar de ambos. Muchas parejas luchan para comunicarse de manera efectiva y sentir que son escuchadas por sus compañeros, así como las diferencias en la crianza de los hijos, los puntos de vista políticos o las expectativas, son variables que pueden generar estrés si no se manejan de forma correcta. Los factores estresantes graves incluyen la infidelidad, la enfermedad terminal de una pareja y los problemas de salud mental graves. El resentimiento, el desprecio y un aumento en la frecuencia de los argumentos tienden a ser signos de problemas subyacentes que no se han resuelto.
Algunas preocupaciones comunes de relación incluyen dificultades económicas, barreras a la comunicación, conflictos de rutina, distancia emocional, problemas de intimidad sexual y falta de confianza. A veces, el matrimonio en sí mismo puede ser el tema en cuestión para una pareja no casada, por ejemplo, cuando una pareja quiere casarse, o está sujeta a la presión social o familiar para hacerlo, y el otro miembro se muestra reticente o no se siente dispuesto a casarse. Las parejas que están considerando casarse pueden buscar terapia de pareja para estos y otros problemas.
¿Qué podemos conseguir con la Terapia de pareja?
El propósito de la terapia de pareja es restaurar un mejor nivel de funcionamiento y satisfacción en las parejas que experimentan conflicto entre ellos.
Las razones del malestar pueden incluir habilidades de comunicación deficientes, distanciamiento entre los miembros, dificultades sexuales, déficit en las habilidades de resolución de conflictos, cambio de objetivos vitales, celos, diferencias con la familia extensa, o un amplio espectro de trastornos psicológicos que incluyen violencia doméstica, alcoholismo, depresión, ansiedad, etc.
El enfoque de la terapia de pareja es identificar los factores problema, e idear e implementar un plan de tratamiento único con objetivos diseñados para mejorar o aliviar los síntomas y restaurar la relación a un nivel de funcionamiento mejor y más saludable.
Las sesiones de terapia de pareja tendrán una duración de una hora, con una frecuencia inicial de una vez por semana. La terapia se divide en dos fases, la primera de evaluación, donde se recabará toda la información necesaria para abordar el problema, con sesiones individuales con cada uno de los miembros, y si es necesario una en común. Para iniciar el tratamiento, se realizará una sesión de devolución de información, a priori con ambos miembros, donde se explicará el origen y mantenimiento del problema que les trae a consulta, para posteriormente iniciar el tratamiento con los objetivos acordados.
La terapia de enfoque cognitivo conductual educa y aumenta la conciencia sobre percepciones, suposiciones, atribuciones o estándares de interacción entre la pareja. La disfunción emocional y conductual de una pareja está relacionada con el procesamiento inapropiado de la información (posiblemente «saltar a conclusiones», por ejemplo) y evaluaciones cognitivas negativas. Este modelo guía para descubrir los tipos de pensamiento negativos que conducen a los comportamientos inapropiados que causan los conflictos en las relaciones.
El tratamiento generalmente dura varios meses. Una vez que la pareja ha alcanzado los objetivos iniciales y ha desarrollado habilidades adecuadas y ha mostrado un mejor nivel de funcionamiento que es satisfactorio para ambos, entonces el tratamiento puede terminarse. Es importante tener conciencia de los comportamientos de prevención de recaídas y los comportamientos de recaída. (Los comportamientos recurrentes se refieren al retorno a los comportamientos que la pareja está tratando de cambiar o eliminar). Se alienta a los pacientes a regresar al tratamiento si aparecen síntomas de recaída. Las visitas de seguimiento y la terapia psicológica a largo plazo se pueden organizar entre las partes si esto se decide mutuamente según sea necesario y beneficioso.
Cuestiones psicológicas asociadas con problemas de relación
Si el estrés y el conflicto en la relación se mantienen de forma crónica, pueden contribuir a las condiciones de salud mental, como la depresión o la ansiedad, para uno o ambos compañeros. Los problemas de relación también pueden afectar la autoestima y la salud física de una persona, o llevar a sentimientos de culpa, vergüenza o enfado. A veces, una o ambas partes emplean comportamientos adictivos, como el abuso de sustancias, para evitar confrontar la fuente del conflicto de la relación. Los problemas de pareja también pueden afectar negativamente a los miembros de la familia, como los niños, que pueden ser testigos repetidamente del conflicto de relación entre sus padres.
Terapia de pareja
Las parejas a menudo buscan terapia cuando los problemas de la relación comienzan a interferir con el funcionamiento diario o cuando la pareja no está segura de continuar la relación. Algunas parejas pueden querer desarrollar mejores habilidades de comunicación, mejorar la intimidad o aprender a navegar por nuevos caminos en sus vidas. Otros pueden esperar que el terapeuta medie sus argumentos, o tome partido y declare qué miembro tiene razón.
Es poco probable que los terapeutas tomen partido o recomienden que una pareja termine su relación. La posición del psicólogo será totalmente neutra y objetiva, garantizando así el desarrollo de forma natural de la terapia sin un objetivo predeterminado de «salvar» la relación. Los terapeutas de pareja ayudan apoyando los objetivos establecidos por ambos miembros en función del problema y guiando a cada una de las partes a comunicar sus necesidades, pensamientos y emociones con mayor claridad y a escuchar al otro miembro con más atención.
Muchas personas abordan sus problemas de relación a través de la terapia individual, y luego aplican ese aprendizaje en el contexto de pareja. Además, también existe la terapia familiar, donde se pueden beneficiar las familias cuyos hijos se ven afectados por la tensión en la relación de sus padres.
Para que la terapia de pareja ayude significativamente a una relación, cada miembro debe comprometerse, como mínimo, con el tratamiento durante el tiempo establecido. Cada parte debe demostrar honestidad, suministrar toda la información necesaria, mostrar interés en hacer un trabajo de relación y voluntad de aceptar la responsabilidad personal.
Presencial, o desde tu casa.
Para las personas que tienen dificultades con los horarios o con el desplazamiento, se puede realizar la terapia vía Skype, obteniendo los mismos resultados que con la terapia presencial.

45€
(La actividad sanitaria está exenta de I.V.A)
Terapias Presenciales
La modalidad presencial es la forma clásica de realizar terapia. El paciente acude al despacho del psicólogo y es allí donde se llevan a cabo los pasos del tratamiento.
Generalmente el despacho está compuesto de una mesa y dos sillas, una para el psicólogo y otra para el paciente. En algunos casos se puede hacer uso de un sofá para realizar técnicas de relajación. Ciertas técnicas se pueden poner en marcha en otros ambientes, como es el trasporte público o la calle, y acudir con el psicólogo para poder abordarlo con más facilidad.
Esta opción permite al paciente tener su propio espacio donde trabajar sus problemas sin ningún condicionante, ya que es un lugar ajeno a su vida cotidiana. En el caso del terapeuta, esta modalidad le da más información sobre aspectos no verbales, señales y símbolos que trasmite el paciente, lo que da más información sobre el problema por el que acude.
Terapias por Skype
En la actualidad, con los horarios establecidos que seguimos en nuestro día a día, el tiempo que perdemos en el medio de transporte, las dificultades que a veces tenemos para poder dedicar un rato a nosotros mismos, hace que la terapia por Skype sea una alternativa a la terapia presencial. El procedimiento es igual que cuando acudimos al despacho, las sesiones se dividen de la misma forma, la única diferencia es que nos vemos a través de una pantalla.
Si realizas la terapia por Skype, te ahorras el tiempo de desplazamiento, lo que hace que sea una forma muy sencilla y rápida de mejorar en las necesidades que tengas.
En algunos casos, hay personas que han iniciado la terapia de forma presencial, pero por un cambio de residencia o laboral se tienen que marchar, y con esta modalidad on-line podemos continuar el trabajo terapéutico iniciado sin necesidad de comenzar con otro profesional y gastar tiempo y dinero hasta ponerse al día.
En casos puntuales, donde parte de la sintomatología implica dificultades para salir del domicilio o relacionarse con otras personas, esta opción favorece que la persona inicie la terapia desde su zona de confort, y poco a poco a través de las pautas que se van trabajando logre salir y pueda acudir al despacho para continuar con el tratamiento.
¿Por dónde empezamos?
¿ Hablamos ?
Podemos tener una breve conversación telefónica previa a la cita, donde me puedes comentar tu caso y así poder darte orientación sobre de qué forma te puedo ayudar.
Reservas una cita
Si todo fluye, reservamos una cita según disponibilidad de ambos.
1ª Sesión!
Tenemos nuestra primera sesión presencial, o por Skype. Como tú prefieras!
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