DEPRESIÓN

La depresión puede pasarle a cualquiera. Muchas personas exitosas y famosas que parecen tener todo a su favor luchan contra este problema. La depresión también afecta a personas de todas las edades. Se trata de la enfermedad mental con mayor prevalencia en la población general.
La depresión es un trastorno que se manifiesta de muchas formas: desde la depresión mayor y el trastorno afectivo estacional hasta la distimia y el trastorno bipolar . La depresión es una enfermedad que afecta cada vez más a personas de todo el mundo, interfiriendo en la concentración, la motivación y muchos otros aspectos del funcionamiento diario. Es un trastorno complejo que involucra a muchos sistemas del cuerpo. Interrumpe el sueño e interfiere con el apetito, en algunos casos causa pérdida de peso, en otros lo aumenta. Por su complejidad, hay que tener un completo entendimiento del trastorno para poder abordalo.
Incluso en los casos más graves, la depresión es altamente tratable. La afección suele ser cíclica y el tratamiento temprano puede prevenir episodios recurrentes. Muchos estudios muestran que el tratamiento más efectivo es la Terapia conductual cognitiva , que aborda los patrones de pensamiento problemáticos, con o sin el uso de fármacos antidepresivos .
Síntomas de la depresión
Cuando una persona está deprimida, no tiene porqué experimentar todos los síntomas. La severidad de los mismos varía entre individuos y también fluctúa con el tiempo.
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día (p. ej., sentimientos de tristeza o de vacío).
- Sentimientos de desesperanza o pesimismo.
- Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia.
- Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que alguna vez se disfrutaron.
- Disminución de la energía, fatiga.
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Insomnio o hipersomnia
- Pérdida o aumento de apetito y/o peso.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intentos de suicidio.
- Agitación o enlentecimiento psicomotor casi cada día.
- Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento, como dolores de cabeza, trastornos digestivos o dolor crónico.
En los niños y adolescentes el estado de ánimo suele ser irritable o irascible, manifestándose con conductas agresivas o comportamientos que demuestran hostilidad. Los más pequeños suelen tener quejas de dolencias físicas imprecisas (dolor de cabeza, dolor de tripa, etc.), debido a su dificultad para describir como se sienten.
Normalmente muestran pérdida de confianza en sí mismos y baja autoestima, incapacidad para concentrarse en las tareas, alteraciones del sueño, actividad motriz alterada, variaciones del peso, sentimiento de culpa excesivo o inapropiado, e ideas autolíticas.
Además suelen presentar falta de energía y perdida de interés, sin ganas de jugar, incluso rechazan ir al colegio.
Causas de la depresión
No hay una sola causa conocida que origine la depresión. Más bien, es probable que resulte de una combinación de factores genéticos, bioquímicos, ambientales y psicológicos. El desempleo, la pérdida de un ser querido, una relación difícil o cualquier situación estresante que supere la capacidad de hacer frente, puede provocar un episodio depresivo.
La investigación con tecnologías de imágenes cerebrales, como la resonancia magnética (RM), muestra que los cerebros de las personas que tienen depresión se ven diferentes a los de las personas sin depresión. Las partes del cerebro responsables de regular el estado de ánimo, el pensamiento, el sueño, el apetito y el comportamiento parecen funcionar de manera distinta. Además, los neurotransmisores, que son las biomoléculas que las células cerebrales utilizan para comunicarse, también pueden verse afectados. No está claro qué cambios observados en el cerebro pueden ser la causa de la depresión y cuáles son los efectos.
Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias, lo que sugiere que puede haber alguna vulnerabilidad genética al trastorno.
Variedades de depresión
La depresión generalmente se presenta de dos formas. La depresión unipolar es lo que quiere decir la mayoría de las personas cuando hablan de depresión: un estado constante de tristeza, apatía o desesperanza y pérdida de energía. Se diagnostica como Depresión mayor, y puede haberse presentado un único episodio o establecerse de modo recidivante, con dos o más episodios.
La Depresión bipolar, o Trastorno bipolar, es una condición marcada por períodos de depresión y períodos de manía de alta energía; las personas oscilan entre los dos polos de estados de ánimo, a veces a lo largo de los días, a veces a lo largo de los años, y a menudo con períodos estables intermedios.
A veces, la depresión se manifiesta como un estado de ánimo bajo persistente, una condición conocida como Distimia. Por lo general, está marcada por períodos de años de baja energía, baja autoestima y poca capacidad de experimentar placer.
Los pensamientos suicidas a menudo coinciden con los episodios depresivos, por lo que es importante estar atento a las señales si usted o un ser querido experimentan algún trastorno del estado de ánimo prolongado.
El nacimiento de un bebé puede provocar cambios de humor o episodios de llanto en los próximos días o semanas, los llamados baby blues. Cuando la reacción es más grave y prolongada, se considera Depresión postparto, una condición que requiere tratamiento porque puede interferir con la capacidad de cuidar al recién nacido.
La depresión también puede ocurrir estacionalmente, principalmente en los meses de invierno cuando la luz solar escasea. Conocido como Trastorno afectivo estacional, a menudo se mejora con la exposición diaria a tipos específicos de luz artificial.
Tratamiento de la depresión
La Depresión, incluso en los casos más graves, es un trastorno altamente tratable. Al igual que otros trastornos, cuanto antes comience el tratamiento, más efectivo será y mayor será la probabilidad de prevenir la recurrencia.
Etapas de recuperación:
La recuperación es un proceso único e individual que todo el mundo pasa de manera diferente. Sin embargo, hay algunas emociones comunes que muchas personas pueden experimentar.
-Miedo por tener que lidiar con algo difícil y aterrador del que no tienes experiencia previa.
-Negación o dificultad para aceptar tener un problema de salud, particularmente uno que muchas personas encuentran difícil de entender.
-Desesperación y enfado por tener que lidiar con la condición y sus dificultades relacionadas.
-Aceptación de tener una condición y los cambios que conlleva, y aceptar cómo los demás te ven y cómo te ves a ti mismo.
-Afrontamiento. Hacer frente encontrando nuevas formas de vivir y enfrentar estos cambios y desafíos.
La recuperación va más allá de enfocarse en el manejo de los síntomas angustiantes, sino de tener opciones y ser capaz de crear una vida significativa y contribuyente.
La Terapia cognitivo conductual, ofrece un tratamiento empíricamente validado, lo que garantiza la mejoría de la persona. Normalmente, en casos de Depresión moderada o severa, se recomienda la combinación de esta terapia con tratamiento psicofarmacológico.
Los antidepresivos pueden ser el tratamiento más anunciado para la depresión, pero eso no significa que sea el más efectivo. La depresión no es solo un desequilibrio químico en el cerebro. La medicación puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la depresión moderada y grave, pero no cura el problema subyacente y, por lo general, no es una solución a largo plazo. Los medicamentos antidepresivos también vienen con efectos secundarios, y el retiro tiene que ser paulatino para no tener un efecto rebote. Si estás considerando si los medicamentos antidepresivos son adecuados para ti, conocer todos los hechos puede ayudarte a tomar una decisión adecuada.
A través de la Terapia cognitivo conductual, te enseñamos técnicas prácticas sobre cómo replantear el pensamiento negativo y emplear habilidades conductuales para combatir la depresión. La terapia también puede ayudarte a superar la raíz de tu problema, guiándote a la comprensión de por qué te sientes de cierta manera, cuáles son sus factores desencadenantes y qué puedes hace para mantenerte saludable.
El tratamiento siempre se adecua a la sintomatología y a las necesidades del paciente, por eso previamente se realizará una evaluación exhaustiva para poder determinar la mejor manera de abordar el caso.
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